miércoles, 21 de abril de 2010

Dedicatoria

¡Amor! Recuerdos sagrados para la vejez, alegría divina e inagotable de la juventud, amparo de la niñez, sal y savia de la vida, ánimo y fervor en los combates, paciencia en el infortunio, grandeza imperturbable en el dolor, el cosmos en la canción de la mujer que mece y guarda una cuna. ¡Amor! Fragancia que vence a la muerte en una batalla de resplandores y de rosales perpetuamente florecidos. ¡Sensación de un minuto con la que se abarca el infinito!

Por ese motivo a Tierra Blanca, mi corazón se lo entregué convertido en una lluvia de notas, inspiración que nace en la mente del poeta y en el talento del escritor cuando observan la caída de la nieve que cubre con su manto plateado la campiña, época de invierno, cuando todo es bullicio y alegría, en este pueblo bullanguero se escuchan los cantares de la chiquillería, que caminan por sus calles cargando una rama para pedir el aguinaldo, entonando las “naranjas y limas, limas y limones”, época tradicional que no podrá olvidarse jamás, así como también los cantos de las posadas animan más y más el ambiente con un exquisito brindis para rociar la suculenta cena de “Noche Buena”, que a la vez sirve para agrandar más su belleza.

En la agenda de mi vida, dejo escrita la huella de los hechos realizados como una anécdota que pone de manifiesto dentro de mis humildes posibilidades, el fruto de un trabajo fecundo para despertar el interés de mis queridos paisanos y de las futuras generaciones.

Este trabajo va expuesto a la crítica, cual saldrán muchos comentarios, sugiero una crítica sana y bien fundada para superar este trabajo que lleva por objeto dar a conocer a las generaciones que nos sucedan, como nació, creció y se desarrolló nuestro querido pueblo.

El nombre de Tierra Blanca se describe en el primer capítulo del presente relato, en estas preliminares solo dejo consignados los motivos de mi inspiración para realizarlo, el que, con la valiosa colaboración de mis estimados amigos don Francisco Pavón Amador, profesor Jonás B. Nambo y Pedro Rodríguez Vargas ya desaparecidos, así como la del señor Daniel Sánchez Ruíz que aún vive, y otras personas con quienes tuve la oportunidad de platicar acerca de la fundación de Tierra Blanca, he logrado llevar hasta ustedes esta obra.

Por cuyo motivo pido a las juventudes pongan atención a lo que aquí queda escrito. Porqué los jóvenes de hoy, serán los que mañana rijan los destinos de esta ciudad.

Es preciso hacer notar que en el año de 1965, Tierra Blanca cumplió su 50 Aniversario de ser Municipio Libre, y su época de ORO fue celebrada con mucha gala, estando presente el Gobernador del Estado, que lo era el licenciado Fernando López Arias. Se develaron algunas placas alusivas, entre ellas, la que señala el 50 aniversario del Municipio y que está en las paredes del Palacio Municipal, y otra que con el nombre del General Cándido Aguilar se le puso a una calle, que antes era el callejón del Mercado.

Pero antes de haberse erigido en Municipio Libre, Tierra Blanca era una Congregación de Tlalixcoyán, dependiendo económicamente de aquel pueblo hermano. Porque los dineros que se obtenían de la agricultura, de la ganadería y de las diversas clases sociales iban a engrosar la Hacienda Municipal de Tlalixcoyán, dejando a la Congregación sin recursos económicos para fincar su progreso.

Este atraso hizo nacer en el corazón y cerebro de personas desinteresadas que querían, quisieron y quieren la tierra donde trabajan, así como la tierra en que nacieron... la noble idea de independizarse del Municipio de Tlalixcoyán, porque Tierra Blanca con sus ingresos propios podría administrarse públicamente en beneficio de sus pobladores, puesto que, dada la lejanía de la Cabecera Municipal a la que pertenecían, no se les tomaba en cuenta sus necesidades públicas.

Así es como surge el grupo de personas nobles y bienintencionadas que se unificaron en una sola idea... LIBERACION POLITICA DE TIERRA BLANCA.

Vienen a mi memoria los nombres de Félix Ramírez, Luis Menéndez Cobos, Franco Peña, doctor Brunett, coronel Adolfo Palma, Félix Sarquís, Manuel Salinas, profesor Rosete, señoras Pompeya Sánchez, Rosa Tobías Vda. de Duck. Tomás Bravo, Félix Bisuet, Amón Salinas, José Sánchez E., Abraham Maldonado, Enrique Domínguez, Atanasio Díaz, Agustín Verde, Macario Romero, Mr.Mac’Kumber, Agustín Carrasco, Víctor Pichardo, Marcos Aguilar, Zenón Ramírez Mejía, Florentino y Facundo Ochoa, José María Rosas, Gabino Rosas, Máximo Lugo, Eligio Bravo, Jesús Augusto Ramírez y muchas personas más que trabajaron en forma activa y que para ellos sean nuestros agradecimientos como el más cálido homenaje a su memoria, porque al saber los méritos de las personas que trabajan por el progreso de su pueblo, no tan sólo es para ensalzarlos a ellos, sino que nosotros también nos elevamos espiritual y moralmente, porque recordamos con cariño a quienes sin fines de lucro piensan en el progreso de su solar nativo para que las generaciones que nos sucedan, gocen de mayores beneficios sociales, culturales y morales.

De todas las personas que he citado, han fallecido ya, el último en agotar su existencia fue don Félix Sarquís que falleció el 13 de junio de 1965 en la ciudad de México, siete días antes de que Tierra Blanca cumpliera su 50 aniversario como Municipio Libre.

Quiero llevar a ustedes jóvenes, este concepto: que cuando los hombres se unifican para trabajar en beneficio de sus semejantes no importan RAZAS NI CREDOS, lo que ustedes ven asentado aquí, se justifica tan sólo con mencionar el nombre de don Félix Sarquís, que siendo de origen libanés, luchó al lado de españoles, indígenas y mestizos, para lograr la emancipación política de nuestro pueblo.

Palpablemente se demuestra que cuando el hombre trabaja en bien de la colectividad con entereza cristiana, se terminan FRONTERAS Y RAZAS para luchar en bien de la HUMANIDAD... Debe servir de ejemplo, a ustedes jóvenes, la labor intensa desarrollada por las personas que nos legaron un pueblo libre y que avanza hacia el futuro con pasos aún inseguros, pero el que a ustedes vamos a dejar para que rectifiquen nuestros errores involuntarios y que... se graven en vuestras mentes que honrar a los hombres que nos dieron una patria chica, sólo puede hacerse basándose en esfuerzos y sacrificios fincados en el trabajo y en el estudio, porque ellos nos dejaron un legado para mejorar las condiciones materiales, morales y culturales de Tierra Blanca... y eso: EL TRABAJO, EL ESTUDIO Y LA UNIDAD, será el mejor HOMENAJE a nuestros antecesores.

Así pues, tampoco podemos olvidar sin rendir constantemente férvido homenaje a la persona que legalmente nos independizó y nos dio libertad económica... me refiero al eminente revolucionario veracruzano, general de División don Cándido Aguilar Vargas, quien por Decreto del 16 de junio de 1915 declaró el Municipio de Tierra Blanca, mismo que fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado con fecha 20 de junio del mismo año 1915, y que adquirió toda su fuerza legal.

El general Aguilar comprendiendo como estadista, ya que en esa época era, Gobernador y Jefe de las Operaciones Militares de nuestro Estado, que las peticiones que le hacían los habitantes de un pueblo con sed de progreso eran justas. Peticiones que estaban fundadas no tan sólo en la Ley, sino en las ansias de superación de un conglomerado social que, sin distinción de clases deseaban el PROGRESO de la comunidad en que vivían.

También hemos de recordar con cariño a don Francisco Pavón Amador, que siempre luchó por el mejoramiento de esta ciudad y ratificando su genial idea, deseo pedir algo más, que alrededor del árbol de moral que más adelante se menciona, se instalen unas banquitas rústicas y un cercado con la placa alusiva a la entrevista con el general Cándido Aguilar, para que las futuras generaciones vean en ese lugar como un santuario donde se hizo realidad la idea de que Tierra Blanca fuera un pueblo libre.

Abriendo un paréntesis para hacer la aclaración, que las páginas destinadas a las fotografías de algunos presidentes municipales, que no aparecen sus gráficas respectivas es porque no las quisieron proporcionar, y otros porqué no fue posible localizar algún familiar ya que fueron fallecidos, para mí es lamentable no haber contado con esa colaboración y por ello pido una disculpa. Hago hincapié que este trabajo es de índole cultural y no político.

Y, exhorto a la juventud, para que sigan por las rutas del trabajo, del estudio y de la UNIDAD, que es el camino que nos dará: ¡LIBERTAD Y DIGNIDAD PARA UN TIERRA BLANCA MEJOR!

El Autor.


Prólogo

Escribir un prólogo sobre o acerca de cualesquier obra literaria, requiere méritos no tan sólo de conocimientos lingüísticos y, también, de la materia que va uno a prologar; más, si el prologista, no tiene dichos conocimientos, sí tiene SENTIMIENTO para prologar la obra de un novel historiador de nuestro pueblo: Elpidio Ortega Hernández, periodista joven que abrevando en los apuntes históricos escritos por el hoy finado don Francisco Pavón Amador “Don Panchito”, como todo terrablanquense le llamábamos con cariño y amor por quien siempre dentro de los puestos públicos que ocupó con honradez y dignidad dejó un ejemplo para las juventudes terrablanquenses: DIGNIDAD Y HONRADEZ.

El novel escritor, Elpidio Ortega Hernández, sigue las huellas trazadas por don Panchito, y con las aportaciones que hace el autor de la obra a la historia de Tierra Blanca, Veracruz, más avanzadas y si, se quiere modernas, no modernas sino nuevas; porque nuestro pueblo avanza día a día y su historia, también, evoluciona y aquellos que están atentos de nuestro desenvolvimiento social requieren del estímulo y la comprensión del lector.

La obra que comento, al parecer, llena hasta la fecha un ciclo histórico en el cual bajo la ágil palabra del autor nos presenta ya los hechos actuales, modernos, históricos que darán a las futuras generaciones una guía de lo que es un pueblo en su desarrollo estructural: económico, social y político.

Alabo en el autor la inclusión de algunas poesías, dos de ellas escritas por los élades terrablanquenses: AMERICA ARANO OLIVEROS y EFRAIN NAVA CASTILLO, que en sus bellos poemas han cantado a nuestro pueblo; la primera, con su poema “A TIERRA BLANCA”, y el segundo, con su HIMNO, así lo llamo yo y que debía ser el himno de Tierra Blanca: “MI PUEBLO QUERIDO”. Ellos, con su sentimiento han hecho con sus versos por “mi pueblo querido” más que las manos callosas de la “raza”, del campesino y el ganadero.

Pero no se enojen ganaderos, campesinos ni la “raza” ferrocarrilera, por lo que digo líneas arriba de mis poetas, porque son ustedes los que con su trabajo, su esfuerzo y sacrificio y sacrificio han hecho crecer a nuestro pueblo; pero el poeta, es: EL AVE QUE CANTA”; ellos en sus versos catalizan y en sus prosas y versos son filósofos de la vida que cantan como pajarillos los esfuerzos de un pueblo, debido a ustedes, por su PROGRESO y que, el novel historiador ELPIDIO ORTEGA HERNANDEZ, nos da un ejemplo que debemos recoger los que vivimos en este pueblo y, también, aceptar el fallo del público sin enconos ni envidias para esta “HISTORIA DE TIERRA BLANCA”.

Sólo me resta agradecer al autor de esta obra su sinceridad en las páginas escritas por él, no menguadas por la envidia ni el rencor ya que siendo originario de Cotaxtla, Ver. , casó en esta ciudad con una terrablanquense y todos sus hijos son nativos de esta población, demuestra su cariño y su interés por Tierra Blanca.

Nuestro trato íntimo se debió porque contrajo nupcias con una hermana mía.

Elpidio Ortega Hernández nació el 16 de noviembre de 1916 en el Municipio de Cotaxtla, Veracruz, pueblecito vecino a Tierra Blanca, siendo sus padres don Antonio Ortega Gamboa y doña Teodora Hernández Barradas (finados).

Sus estudios primarios los hizo en la escuela José María Morelos ubicada en el lugar de su origen. (1923-1929). Sus estudios secundarios los inició en la ciudad de Veracruz en donde cursó hasta el segundo ciclo (1930-1932), por el fallecimiento de sus padres fue sacado de las aulas para dedicarlo a las labores del campo, pero como ya conocía la ciudad siendo un joven, años más tarde regresó nuevamente a ella, quedando sus hermanos mayores al frente del rancho que les legaron sus padres. Trabajó como dependiente en una tienda de abarrotes en Joachín hasta 1939.

Se inició en la burocracia y desempeñó puestos públicos con dignidad, honradez y justicia, fue recaudador de la Tesorería Municipal de Tierra Blanca, Oficial del Registro Civil y después paso a la Secretaría del Ministerio Público, esto fue de 1940 a 1946 época en que contrajo nupcias con mi hermana Cliceria y renunció para dedicarse a las actividades del comercio.

En 1950 empezó sus actividades periodísticas atendiendo la Corresponsalía del Semanario La Voz del Sureste y de La Prensa, en 1953 realizó un curso de periodismo en el Instituto de Ciencias Policiales de la República Mexicana, y en 1954 juntamente con el que esto escribe, José Sarquís Pedro, Hugo Barragán Ortíz, don Roberto Vargas Penetro, doctor Albino Morteo Lagos y el profesor Jesús Olivas Loaiza se fundó el periódico semanal “LA TRIBUNA”. Organo de difusión informativa independiente, en el cual se defendían los intereses de la colectividad atacando la fuerza bruta, la arbitrariedad y la injusticia.

En ese mismo año de 1954 desempeñó el cargo de Juez Mixto Municipal hasta 1956, cargo que desempeñó con dignidad y rectitud.

Posteriormente resultó electo Regidor en el Ayuntamiento que presidió Eladio Guzmán Hernández, y en su gestión oficial demostró el interés por servir al mejoramiento del pueblo.

En esa época era empleado de la administración de Petróleos Mexicanos en el campamento Río Blanco, y por su conducto se consiguieron algunos materiales para la construcción del “Rastro”.

En 1960 recibió un Diploma que lo acredita como Periodista Reportero, que le fue otorgado por el Instituto de Ciencias Policiales de la República Mexicana y en 1963 se radicó en la capital de la República, consagrándose al periodismo.

Lo antes dicho, debe servir de ejemplo para las nuevas generaciones terrablanquenses; porque al leer esta breve Historia de Tierra Blanca, encontrarán fuentes históricas llenas de verdad que les servirá de apunte histórico para conocer el desenvolvimiento de nuestro pueblo y eso les servirá no tan solo de conocimiento sino de cultura; CONOCER A TIERRA BLANCA.

Y, lo ha hecho Elpidio Ortega Hernández, en su Historia de Tierra Blanca. UN AVANCE DE LA HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO.


Tierra Blanca, Ver. , Abril 10 de 1966.
Lic. Mario López Aguilar

martes, 26 de enero de 2010

Capítulo I - Historia de mi pueblo y su progreso evolutivo

La bella y floreciente ciudad de Tierra Blanca, Estado de Veracruz, Cabecera del Municipio del mismo nombre, es una ciudad cosmopolita que se encuentra situada a 97 kilómetros al sur del puerto de Veracruz.

Su situación geográfica es Latitud: - 18 grados 27 minutos 0 segundos. Longitud:- 36 grados 21 minutos, 30 segundos, W G, Declinación: - 8 grados 38 minutos N. Y 1 grado 18 minutos E. Y una altura de 27 metros sobre el nivel del mar.

Sus límites son los siguientes:
Al norte.- Los municipios de Omealca y Cotaxtla. Al Sur.- Cosamaloapan, al Oriente.- Tlalixcóyan y al Poniente.- Tuxtepec y Acatlán de Pérez Figueroa del vecino Estado de Oaxaca, estos dos últimos, Río Amapa de por medio.

La ciudad quedó enclavada enmedio de la llanura, el único río que pasa más cercano es el Río Amapa con accesos a él por varias partes, como son: Las Prietas, El Mirador, El Azufre cuyo lugar es mas conocido por “LA PAILA DEL AZUFRE”, Julieta, El Yale y Las Maravillas.

Su clima es generalmente cálido, el calor es casi continuo, la temperatura varía solamente en algunos grados entre el mes más cálido y el mes más frío. Las lluvias caen durante la estación más cálida y el calor es muy fuerte que rebasa los 40 grados centígrados. Hace falta un balneario para aprovechar las aguas termales que nacen en la PAILA DEL AZUFRE.

El pueblo nació, creció y se desarrolló al calor del Ferrocarril, cuya fuente de trabajo ha sido uno de los factores más importantes en su vida social y económica.

Su fundación data del año 1868, aunque algunos dicen que las primeras casas fueron construidas mucho antes, pero desconozco esos datos. Algunas personas con quienes tuve la oportunidad de platicar acerca de la fundación de Tierra Blanca me aseguraron que por el año 1860, llegaron por estos lugares don José María Rosas, Félix Tinoco, Manuel Antonio Hernández, Miguel Dimas, Mateo Herrera, Pedro García y otros, quienes fueron los primeros pobladores de la ranchería que más tarde pusieron por nombre “PASO BLANCO”. En esta ranchería nació don Félix Rosas hijo de don José María y de doña Anacleta Pulido, don Félix se hizo hombre sin saber leer ni escribir porque en esa época no se conocían las escuelas, más tarde don Félix Rosas contrajo matrimonio pero no pude averiguar con quien, el resultado fue que de dicho matrimonio nacieron Juan y Andrés.

Poco tiempo después, llegaron a incorporarse a los pobladores de la ranchería de Paso Blanco, don Luis Pereyra, Gumersindo Menéndez, Antonio Audy, Miguel Peña, Arturo Carvajal, Manuel Vázquez, Francisco Guzmán y otros.

El nombre de Tierra Blanca que hasta la fecha ha conservado, se lo dieron estos señores a su ranchería por ellos fundada, porque existe cerca de ella una zanja situada hoy al Sureste de la ciudad, que tiene una parte blanca de tierra llamada “TIZATE”, y que mucho gusta lamer al ganado. A este lugar se le conoce hasta la fecha, con el nombre de “PASO BLANCO”, por lo cual esta ciudad lleva el nombre de TIERRA BLANCA mismo que empezó a conocerse por el año de 1905 época en que ya habían quedado instalados los Talleres del Ferrocarril y la población había crecido.

En Paso Blanco cruza un camino vecinal muy transitable que existe todavía. Ese camino conduce a las Congregaciones de La Estanzuela, Juárez, Morelos, Moreno, así como las rancherías El Barrio, Cochindí, El Avisal, El Terrero, El Jícaro, El Brillante, Palmar de Vega, La Candelaria, Loma Alta y otras. Toda la gente llanera de esos lugares llegaban a caballo y en carretas a Tierra Blanca y cruzaban por paso Blanco cuando todavía no había carreteras, y aún mucha gente lo sigue haciendo porque a varios de esos lugares no les llegan vías de comunicación, de no ser un camino vecinal que solo es transitable a caballo y, en camión en tiempo de secas.

En el año de 1867, por informes que dio el colector de Rentas que lo era en esa época don Eligio Bravo, en el sentido de que la ranchería de Paso Blanco ya podía ser elevada a Congregación, porque contaba con unos cien habitantes, y en el año de 1868 se elevó a la categoría de Congregación.

Desde la época de su fundación, Tierra Blanca estuvo considerada como cabecera de la Congregación de su nombre, perteneciente al Municipio de Tlalixcóyan, Ver., con el número de habitantes antes mencionado, desde el año de 1868 hasta 1898 abarcando la Congregación las rancherías inmediatas que desde aquella época conservan sus mismos nombres y aun existen algunas de ellas como son: El Pochote, El Mirador, Paso de la Sal, Paso Comal, Chaparritos, Mata de India (hoy Loma Manantial), Galera de Preciado y Pajaritos. Resultando que para el año de 1898, ya contaba la Congregación según el censo, con 450 habitantes.

Don Eligio Bravo siendo colector de Rentas se casó con doña Bonifacia Amadori y se radicó en la ranchería El Pochote, que queda cerca de Paso Acahual y que aun lleva su nombre hasta hoy. En el año de 1868 nació el primer vástago de este matrimonio, a quien sus padres pusieron por nombre Tomás Bravo Amadori que el año de 1915 fuera el primer Presidente de la hoy ciudad de Tierra Blanca.

Años después, quedó viudo don Eligio y todo decepcionado se fue nuevamente a radicar a su tierra natal que era Tlalixcóyan, donde contrajo nuevas nupcias con doña Inés Barcelati. Hay que hacer notar que los apellidos Amadori y Barcelati son de procedencia italiana, pues según los datos que se me proporcionaron datan de la época de Lorecillo, tal vez alguno de sus acompañantes haya dejado regada la semilla por esta comarca, pues en la actualidad esos apellidos se conocen como el de Amador y Barcelata.

En el año de 1886 regresó don Eligio a la Congregación de Paso Blanco trayendo a Ignacio y Andrés hijos de su segundo matrimonio, y ya radicados en Paso Blanco, nació Carmen que aún vive e Ignacio también porque Andrés ya murió, cuando ellos tuvieron la edad escolar ingresaron a la escuela de don Pedro García que no cobraba nada por enseñar. Don Pedro era originario de Puebla y profesaba la religión metodista episcopal y entre rezos y cantos enseñaba a sus alumnos a leer. Se dice que don Pedro era un comerciante en pequeño y contaba con la virtud de impartir el pan del saber a sus semejantes, muchos fueron los que aprendieron a leer y escribir en la escuela de don Pedro García, por lo cual se le venera con cariño.

En esta escuela recibieron la instrucción del saber don Abraham Maldonado, los Herrera hijos de don Luciano Herrera, los Tinoco de los que se encontraba Narcizo procedentes de Chacaltianguis, los Ortíz y los Hernández, así como otros más. Los Rosas nunca fueron a esa escuela, y más tarde asistieron los hijos de don Quirino Ramos que era originario de Quiroga, Michoacán.

Ya por el año de 1889 la ranchería de Paso Blanco rivalizaba con otras de mayor categoría como El Quechuleño, cuyo nombre se debe a unos señores de apellido Sánchez procedentes de San José de Quechula, Estado de Puebla. En esta ranchería se establecieron muchas personas casi todos eran comerciantes que buscaban el paso de la vía del ferrocarril, siendo por lo tanto ese núcleo de población, muy visitado por los vecinos de Santa Rosa una ranchería vecina, Mata Pionche y otra más que se llama Palmerinda, los pobladores de esas rancherías hacían caravanas para ir a ver a los quechula; la ranchería de El Quechuleño que aún todavía existe, ostenta la categoría de Congregación y cuentan que cuando estaba en su época floreciente, tuvo su caos el 14 de mayo de 1890, un tornado destruyó casi en su totalidad a toda la ranchería, quedando en pié únicamente la pequeña Iglesia y una casa de un señor de apellido Rubio, entonces fue cuando tomó más fuerza la ranchería de Paso Blanco, que en esa época ya era Congregación, muchas familias que perdieron sus casas por la destrucción que causara el meteoro se concentraron a este lugar, y el profesor que había en El Quechuleño era el jovencito Luis Menéndez Cobos quien también tuvo que abandonar el lugar para irse a reunir con su señor padre don Gumersindo Menéndez, que en esa ocasión era el administrador de una parte de la Hacienda El Cacao, propiedad de los señores Ramos que vivían en Cosamaloapan, de cuya familia es descendiente el señor Mariano Ramos Zarrabal que fuera diputado local al Congreso del Estado. (1963-1965).

Allá por el año de 1898 y por el camino de Omealca llegó una comisión de ingenieros con rumbo al Suchiate, entre ellos venía Mr. Dennis, pues dichos profesionales habían sido designados para localizar el tramo donde se iba a trazar la vía del ferrocarril desde Motzorongo al Suchiate. En esa época era dueño del Ferrocarril que se denominaba “El Agrícola”, el general Carlos Pacheco que era compadre de don Porfirio Díaz, a quien fue fácil convencer para que cediera los derechos que tenía sobre ese ferrocarril a la nueva compañía que se había instalado ya; debe hacerse notar que Tierra Blanca hubiera quedado no en el lugar donde se encuentra ubicada, sino al otro lado de la zanja de Cuespalapa donde queda una gran loma y explanada que se conoce con el nombre de Los Comales, a este proyecto se opusieron enérgica y terminantemente los hermanos Villa que en esa época ellos eran los potentados de esos terrenos, ya que poseían grandes extensiones en esos lugares, por cuyo motivo se modificó el proyecto hasta donde se encuentran los Talleres de los Ferrocarriles, lugar que fue cedido gratuitamente a la palabra por los hermanos Ramos hasta la fecha sin costo alguno, con la única condición de que se les hiciera un embarcadero el cual quedó en la avenida del soldado que entonces se llamaba Reforma.

Actualmente ese embarcadero desapareció por razones de higiene, ya que el pueblo creció y éste había quedado en el centro de la ciudad con el grave peligro para la salud pública, así como para los transeúntes cuando las puntas de ganado atravesaban las calles.

Debe advertirse que el pozo donde se surten todas las instalaciones de los servicios ferroviarios, fue localizado por el ingeniero Hoyell, con tan buen cálculo para hacer la perforación que logró agarrar un río subterráneo (llámese cenote), además, este ingeniero fue el constructor del Río Papaloapan, el puente que se partía por la mitad para darle paso a las embarcaciones que iban de Tuxtepec a cargar plátano, cuyo secreto se llevó al morir porque jamás nadie pudo saber por más que se le buscara la combinación para que el puente se abriera, quedando dicho secreto en el misterio ya que el ingeniero Hoyell nunca se supo que a alguien haya contado sus confidencias, así como tampoco se supo la fecha de su muerte y en que lugar acaeció.

Volviendo al relato de nuestro pueblo, enseguida se nombró la Compañía Explotadora de Terrenos denominada de Veracruz y Oaxaca, las primeras construcciones se hicieron de madera en el callejón del Ferrocarril, Puerto de Avilés y otros lugares aledaños, porque el lugar era pantanoso se pretendía que no siguieran instalándose por donde se habían hecho ya las primeras construcciones, pues don Porfirio se opuso terminantemente diciéndole a Mr. Mayrlans que el lugar era fangoso y por lo tanto peligroso para la salud, entonces muchos empezaron a construir en lugares altos, y así se fue poblando por el rumbo donde vive ahora Sotero Pérez. En esos lugares que son altos se instaló un gran núcleo de población, pero ni aun así pudo contenerse la avalancha de las construcciones de casas en el lugar fangoso, haciéndose necesario instalar una Delegación Sanitaria que estuvo a cargo del Dr. Jorge Ruíz ya desaparecido, quien instaló su carpa sanitaria en el lugar donde ahora se encuentra ubicada la Escuela Primaria “Ing. Andrés Ortíz”, que se le ha dado en llamar Artículo 123, esta delegación sanitaria fue necesario que se instalara por instrucciones de don Porfirio Díaz para proteger la salud del pueblo.

El general Díaz radicó como desterrado de la capital de la República en Tlacotalpan, Ver. , después de haber hecho armas contra don Benito Juárez y radicó por el lapso de tres años en una Hacienda que él mismo le puso por nombre “LA CANDELARIA”, y al cumplir su período como Presidente de la República don Sebastián Lerdo de Tejada, quien trató de reelegirse, pero ya el general Díaz andaba preparándose con el Plan de Tuxtepec para pelear la Presidencia de la República, y en febrero de 1876 don Porfirio estuvo en Paso Blanco en la casa de don Quirino Ramos acompañado de José Enriquez, este señor más tarde fue suegro de don Rafael Amador quien fuera el padre de Mayola y Régulo, de estos hijos de don Rafael solamente vive Mayola que casó con León Martínez y se radicó en el puerto de Veracruz. Volviendo a la estancia de don Porfirio en Paso Blanco puede decirse que fue un misterio porque nadie lo conocía, y de la noche a la mañana el misterioso personaje desapareció como por arte de magia, y el 21 de marzo del referido año 1876, lanzó el Plan de Tuxtepec suscrito por el general Fidencio Hernández y José María Menxueiro
.
El movimiento demográfico de Tierra Blanca, ha sido notable por los factores que a él han contribuido.

Por razón de la afluencia de trabajadores en el año de 1898, que se ocupaban en la introducción de las líneas del Ferrocarril al Pacífico, se notó un auge populoso llegando al punto culminante con la construcción total de los Talleres en 1905, en esa época hubo un gran aumento en su núcleo de población, y en 1915, con motivo del movimiento revolucionario en que las fuerzas Constitucionalistas por convenir así a los intereses de la Revolución, tomaron la Plaza de Tierra Blanca como base de las Operaciones Militares, y el extinto coronel Adolfo Palma, Jefe del Sector Militar ordenó la concentración de los habitantes de las rancherías circunvecinas, originándose la construcción de las casas que ocupan el primer cuadro de la población, entre las calles Benito Juárez, Francisco I. Madero y callejón del Ferrocarril, hoy Hospital Civil “Jesús García”, haciendo esquina a las calles Dos de Abril y Avenida del Soldado, antes Reforma Independencia y algo de la Avenida Libertad hasta Aquiles Serdán, antes Teodoro A. Dehesa, aumentando su población según el censo de esa época a 7500 habitantes, motivando que esto aumentara el movimiento comercial, y que por falta de un mercado, se instalaban los puestos de mercancías los días domingos en la calle Reforma frente a la Estación de Ferrocarril, que como ya ha quedado asentado, hoy se llama Avenida del Soldado y la estación quedaba frente al Hotel Avilés, en la actualidad, en ese lugar de la vieja estación quedó instalada la bodega de carga y exprés, así como la estación de pasajeros que antes guardaba el viejo caserón se transformó en un funcional y elegante edificio de dos plantas, con hermosa vista panorámica frente al parque “Benito Juárez”.

En aquella época, el lugar en donde hoy existe el hermoso parque “Benito Juárez”, era solo un monte, y las calles del pueblo muy desiguales cruzadas por varias zanjas.

El crecimiento del pueblo se fue desarrollando y las familias se iban reproduciendo, llegando a presentarse el problema para los niños que tenían ya la edad escolar. Fue entonces cuando surgió la iniciativa de don Pedro García de enseñar a leer y escribir a los que no sabían y se fundó la primera escuela que llevó su nombre.

Ya por los años de 1900 a 1905 se le empezó a dar a la Congregación el nombre de Tierra Blanca, pues en esa época contaba ya con una población de cinco mil habitantes, y a medida que el tiempo pasaba, su desarrollo económico se iba intensificando. Sin embargo, siempre ha sido rico en agricultura y ganadería y con el tendido de las líneas de las vías férreas, así como la instalación de los Talleres Ferroviarios, cimentó su vida propia sin dejar de ser aún una congregación del municipio de Tlalixcóyan

En el propio año de 1905 se construyó el Hotel Amarillo en el lugar donde se encuentra ubicada la Escuela Libertad, así como el Hotel Mc’Kumber en cuyo sitio se encuentra ahora el estacionamiento Capricho. Quiero hacer notar que la escuela Libertad está ubicada en la calle 4 de Agosto de la Colonia Emiliano Zapata, y el estacionamiento Capricho se encuentra ubicado en la esquina que forma la Avenida del Soldado con el Callejón del Correo frente al parque “Benito Juárez”.

Por los años de 1906-1907 la Congregación estaba a cargo de un Sub-Regidor de los que ahora son nombrados por elección popular Agentes Municipales, sólo que este señor era de Jalapa, y se llamaba Alberto Fuentecilla a quien no le importaba tener la congregación en el más completo abandono, por cuyo motivo los vecinos protestaron y debido a las múltiples quejas de los habitantes del lugar en contra del citado Fuentecilla, llegó a la Congregación el Jefe Político de la ciudad de Veracruz que en esa época era don José Delgado, y en forma drástica obligó a Fuentecilla a poner el primer alumbrado que fue de faroles. En ese tiempo y en la casa donde ahora vive don José Avila estaba una escuela y que es precisamente en la Avenida Dos de Abril, el director de la misma se llamaba Zacarías Mendoza a quien le gustaban más los caballos que educar a los niños, el citado señor Zacarías Mendoza cobraba como director de la escuela un sueldo de $180.00 mensuales, y al llegar hasta esa escuela don José Delgado, en lugar de niños encontró tres caballos de pesebre, y fue tanta la indignación del Jefe Político señor Delgado, que al director de la citada escuela le puso un plazo de dos horas para que devolviera el dinero que había cobrado con tal carácter, como en efecto, así fue. Debe mencionarse que esa casa donde se encontraba la escuela a que se ha hecho mención, la construyó doña Luisa Aguilar viuda de don Quirino Ramos, y que más tarde sirvió para que en ella se estableciera el primer Restaurante.

Es preciso hacer notar que para que la vía férrea tocara este lugar, fue necesario mover muchas influencias, pues nada menos que el comercio de Córdoba se oponía. Pero gracias a las gestiones del Gerente de la Joliet Tropical Company, Tierra Blanca logró un éxito rotundo, lo cual más adelante se comentará.

Con todos estos adelantos, Tierra Blanca siguió siendo Congregación de Tlalixcóyan. Faltando por resolver el problema de la educación escolar a la niñez, fue entonces cuando don Pedro García empezó a dar clases particulares gratuitamente que, como ya se dijo, enseñaba sus clases entre cantos y rezos porque profesaba la religión metodista episcopal; impartiéndose desde entonces la instrucción pública como preludio al desarrollo educativo, destacándose la personalidad del profesor Pedro García, a quien varias generaciones de aquella época, le veneran con merecido respeto.

Por lo cual una de las Avenidas de esta ciudad, lleva el nombre de este señor en honor a sus relevantes méritos como benefactor de la instrucción pública.

El señor Pedro García era un comerciante en pequeño de rasgos altruistas, contaba con conocimientos para propagar el saber y un corazón bondadoso cuyas dotes se le recuerdan con cariño, existen todavía en esta ciudad algunas personas que recibieron el pan de la instrucción, por el señor García. Así pues, fue como evolucionó el desarrollo educativo con la creación de otras escuelas que acogieron en su seno numerosos grupos de alumnos.

No obstante los adelantos ya conocidos en el pueblo de Tierra Blanca; siguió siendo Congregación de Tlalixcóyan, hasta el 20 de junio del año de 1915, en que por Decreto del General Cándido Aguilar Vargas, Gobernador y Comandante Militar del Estado en esa época, se le dio la categoría de Municipio Libre, nombrándose por plebiscito sus primeras autoridades que fue una Junta de Administración Civil la que en ese mismo año de funciones administrativas, convocó a elecciones para que se constituyera el primer ayuntamiento con periodo de dos años, mismo que tomó posesión el primero de enero de 1916 llevando como presidente municipal constitucional a don José María Rosas.

Pero antes de estos hechos, por el año de 1905, quedaron instalados los Talleres de Ferrocarriles en esta línea de Veracruz al Istmo con sus depósitos de agua y combustibles, en los lugares que aún se encuentran. Y al construirse las manzanas del primer cuadro de la hoy ciudad, quedaron desde entonces, esos callejones que no guardan simetría con las demás calles del plano de la ciudad.

Esto era en aquella época Tierra Blanca, sin alumbrado eléctrico ni ninguno de los servicios más indispensables, pues el alumbrado que existía era el de faroles que había establecido en las calles Alberto Fuentecilla, el que recibía las órdenes de las autoridades del Municipio de Tlalixcóyan, las que sólo se preocupaban por obedecer las consignas de sus superiores más inmediatos, encerrando a la población en un círculo inactivo que no podía desarrollar sus actividades públicas y privadas.

En el año de 1918 un ingeniero de apellido Cortés fue quien practicó la planificación y lotificación de los terrenos del Fundo Legal del Pueblo, de cuyos trabajos ya desarrollados hizo la rectificación respectiva encontrándola correcta y en concordancia con la que había hecho la Compañía propietaria de los mencionados terrenos, cuyo nombre era: Espinosa Chemedin y Cía. , Cía. Explotadora de Terrenos de Veracruz y Oaxaca, S. A., esta última la representaba el señor Aureo Nieto, a la que le fueron expropiados esos terrenos por causa de utilidad pública en el año de 1916, por las autoridades constituidas que subsecuentemente han venido rigiendo los destinos de Tierra Blanca, pero antes hay que reconocer la iniciativa de las primeras autoridades constituidas en aquella época.

En la actualidad solamente han venido siguiendo el ritmo que va marcando el progreso de la ciudad, que en su evolución se va desarrollando de acuerdo con el Plan de Trabajo de cada Ayuntamiento para la continuación de las obras necesarias, como son: las ampliaciones del drenaje y agua potable, eficiencia de energía eléctrica, solución al problema educativo, creación de un nuevo mercado, continuar con el entubamiento de las zanjas que cruzan la ciudad para evitar la plaga de los mosquitos palúdicos, ayudar a incrementar el progreso en el campo, proporcionando al ejidatario: créditos, implementos de labranza, semillas, etcétera, y conocimientos técnicos por los expertos agrícolas para obtener el rendimiento de las tierras que trabajen, solucionar el problema obrero-patronal y dar mayores garantías a los ciudadanos en cuanto a seguridad pública se refiere, edificación de una cárcel municipal con las debidas condiciones de seguridad y salubridad, que en futuro próximo se convierta en un Reclusorio Regional, pavimentación de las calles, etc.


EFEMERIDES

1868. -Tierra Blanca es Ranchería y Cabecera de la Congregación de su nombre, perteneciente al Municipio de Tlalixcóyan, Ver.

1898. -Fue introducida la vía de los Ferrocarriles Nacionales de México; creciendo la Ranchería al Norte y Oriente de la Estación de la misma empresa.

1899. -Comienzan los trabajos de construcción de los Talleres del Ferrocarril.

1905. -Quedan totalmente construidas las instalaciones de los mismos Ferrocarriles.

1910. -Se funda un Comité Pro-Tierra Blanca y se propone la elevación a la categoría de Pueblo.

1915. -Sigue la lucha y se funda otro Comité y ahora es Pro-Municipio Libre, quedando el pueblo como Cabecera Municipal.

1916. -Se inicia la lotificación de l Pueblo.

1918. -Se rectifica y se termina la planificación y lotificación de lo que es el Fundo Legal de la Población.

1930. -Tierra Blanca es elevada a la categoría de VILLA.

1935. -Tierra Blanca, es elevada a la categoría de CIUDAD.

1947. -Se crea la Comisión del Papaloapan y en el mismo año se construye la carretera Tinajas-Tierra Blanca-Ciudad Alemán y simultáneamente se introduce el AGUA POTABLE.

1949. -Se construye el drenaje de la población.

1952. -Se introduce la energía eléctrica de la Termoeléctrica “LA GRANJA”.

1953. -Se intensifican los trabajos de Petróleos Mexicanos en la región, encontrándose mantos petrolíferos en La Angostura.

1954. -Se abre al cultivo el Distrito de Riego de la zona de Joachin.

1959. -Se presenta la Agitación Ferrocarrilera motivada por la Huelga y paros Vallejistas que desembocaron el día 28 de marzo de 1959 que culminó con la aprehensión de Vallejo, y más tarde, fueron perseguidos los líderes ferrocarrileros de la Sección 25 que en esa época eran don Francisco Escalante, Felix Bravo Medina, Eladio Soto, Mario Navarrete y otros, los dos primeros nombrados fueron aprehendidos por las fuerzas federales en el propio edificio social del Sindicato Ferrocarrilero, los demás escaparon y posteriormente fue buscado y aprehendido el señor Justiniano Aguilar que ni siquiera tenía que ver en ese asunto, únicamente por causas de ideología.

1965. -Se introduce a Tierra Blanca, la LUZ MERCURIAL a la avenida Independencia, Calle Serdán y Parque “Juárez”.

1966. -Se amplían las instalaciones de Luz Mercurial a las calles Juárez, Libertad y 5 de Mayo.

En el mismo año se construyeron tres ESCUELAS PRIMARIAS: una en Joachin y dos en la Ciudad, ordenadas por el Gobernador del Estado Fernando López Arias.

1968. -El propio Gobernador licenciado Fernando López Arias, nulifica las elecciones para presidente municipal y nombra un Consejo Municipal, Dándole instrucciones de pavimentar las calles de la ciudad.

**Tomás Bravo Amador, originario de El Pochote, Congregación El Quechuleño perteneciente a este municipio, fue presidente de una Junta de Administración Civil del 20 de junio de 1915 al 31 de diciembre del mismo año. Fue el primer presidente de Tierra Blanca durante ese lapso para convocar a elecciones.

Capítulo II - Emancipación política

En el año de 1910, un pequeño grupo de hombres bien intencionados hijos y vecinos de este lugar, en cuya mente ya germinaba la idea de la emancipación política de Tierra Blanca porque el pueblo contaba ya con elementos necesarios para su vida propia, en cuya época se organizó un Club Político que se denominó “BENITO JUAREZ”, adherido al Gran Partido Antirreleccionista de la ciudad de México, D.F., para participar en la lucha cívica a favor de la candidatura de don Francisco I. Madero, para presidente de la República.

Los directores intelectuales y materiales de ese Club, fueron los señores Faustino Espinosa, Félix Sarquís, Luis Menéndez Cobos, José Trinidad Ochoa, José María Díaz, Tomás Bravo, Gilberto y Celestino Vázquez, doctor Luis Munet, Manuel Salinas, Félix Bisuet, señoras Pompeya Sánchez, Carmen García, Rosa Tobías Vda. De Duck, Agustín Carrasco, Víctor Pichardo, José María y Gabino Rosas, Agustín Verde, Macario Romero, José Sánchez E., Abraham Maldonado, Enrique Domínguez, Atanasio Díaz y otros más, quienes para reunirse tenían que ocultarse de las miradas de la Policía que tenía instrucciones de disolver esas reuniones y consignarlos con cualquier pretexto, por lo que tenían que tomar toda clase de precauciones para celebrar sus juntas.

En esa época era Gobernador del Estado don Teodoro A. Dehesa y Alcalde Municipal de Tlalixcóyan el acaudalado señor don Rafael Fernández.

Ese Club Político “BENITO JUAREZ”, que no obstante las continuas persecuciones de que era objeto por parte de las autoridades de Tlalixcóyan, cada día aumentaba sus filas con otras personas que a él se adherían, desafiando el peligro de ser apresados en cualquier momento y consignados, se transformó el Club en un “COMITÉ PRO-TIERRA BLANCA”, y sintiéndose ya con fuerza suficiente para luchar dentro de la Ley y del Derecho, de una manera abierta y decidida emprendió una campaña tenaz gestionando ante el Gobernador Dehesa, que Tierra Blanca fuera erigido Municipio Libre, demostrando con documentos, que ya la Congregación tenía recursos suficientes para su sostenimiento, así como por sus vías de comunicación, su censo y demás circunstancias legales que le favorecían para ser elevado a la categoría de pueblo.

Pero el Gobernador Dehesa, que atendía más al Ayuntamiento de Tlalixcóyan al que no le convenía que se le desmembraran siete congregaciones al convertirse Tierra Blanca en Municipio Libre, no quiso atender las justas peticiones que se le hacían, aplazando la resolución del caso con diversos argumentos que justificaban su absurda demagogia, mientras tanto aquel puñado de hombres abnegados que sólo buscaban el progreso de un pueblo, eran objeto de persecuciones y amenazas de deportar a los principales dirigentes, pero ya la fuerza del comité era incontenible, pues esos hombres y mujeres habían jurado luchar por la grandiosa obra de LIBERACION DE TIERRA BLANCA.

Por eso al triunfar las armas Constitucionalistas, y encontrándose el Gobierno Provisional del Primer Jefe Don Venustiano Carranza en el edificio de Faros en el Puerto de Veracruz, siendo ya Gobernador y Comandante Militar del Estado, el General Cándido Aguilar, los dirigentes del Comité “Pro-Tierra Blanca” lograron entrevistarlos, exponiéndoles de viva voz los anhelos del pueblo de Tierra Blanca para que se erigiera en Municipio Libre, los representantes del Comité les presentaron una copiosa documentación con millares de firmas auténticas, donde exponían a la vez, el resultado negativo de todas sus gestiones hechas ante el gobierno de don Teodoro A. Dehesa para conseguir el noble fin de emancipar el pueblo de Tierra Blanca.

Don Venustiano Carranza y el General Aguilar contestaron a la comisión gestora, que por su parte no había inconveniente en que Tierra Blanca fuera erigido en Municipio Libre, pero que era necesario llenar todavía algunos requisitos y que resolverían en justicia.

A fines de mayo del año de 1915, el General Cándido Aguilar que venía de Malzaga, Estado de Oaxaca, de una expedición militar a donde había ido a batir a los rebeldes al gobierno carrancista, de cuyos grupos era cabecilla Panuncio Martínez, y a su paso por este lugar, una nutrida comisión integrada por contingentes del campo, del taller, del comercio y particulares, se acercaron al General Aguilar en la estación del ferrocarril, a la sombra del frondoso árbol de moral que aún existe en la parte norte del galerón donde estaban instaladas las oficinas de la superintendencia de esta División Ferroviaria, en medio del grupo de personas que lo entrevistaron se distinguía el Comandante Militar, por tener la mano envuelta en un paliacate rojo, debido a que había sido lesionado en la Acción de armas contra las fuerzas del entonces cabecilla revolucionario Panuncio Martínez. Haciéndose notar que el General Aguilar firmó el recibo de la documentación que le fue entregada en ese acto, con la mano izquierda.

En aquella época, la comisión que entrevistó al General Aguilar a su paso por esta ciudad, era encabezada por los señores Luis Menéndez Cobos, Tomás Bravo, Félix Sarquís, Faustino Espinosa, Franco Peña, Francisco Aranda García, señora Pompeya Sánchez, así como las señoritas Villaraus y Carrasco y otras personas más, haciéndole presente los deseos de los habitantes de Tierra Blanca de los diferentes sectores allí presentes, para que se concediera ser el pueblo Municipio Libre, independiente de Tlalixcóyan.

El General Aguilar les manifestó que: “Siendo la meta de la Revolución Triunfante, crear nuevos municipios y dar facilidades a los núcleos de población Rural para su evolución y desarrollo económico, político y social, se procurará dar a Tierra Blanca lo que justamente solicitaba, y que a Tierra Blanca, se le haría justicia”.

Pocos días después fue enviado a este lugar, el secretario particular del General Aguilar, un señor de apellido Camarillo, quien se encargó de recabar todos los datos y los informes necesarios para comprobar que las peticiones hechas por los habitantes del pueblo al Superior Gobierno, estaban fundadas y apegadas a la verdad.

Como resultado de la visita del señor Camarillo, el 17 de junio de 1915, el entonces coronel Adolfo Palma ya desaparecido, jefe de la Guarnición de la Plaza y del Sector Militar, comunicó a la comisión integrada, que por orden del General Cándido Aguilar se presentaran en Veracruz inmediatamente para recibir el decreto de erección del Municipio.

Al fin, después de tantas luchas y esfuerzos, vieron coronados sus anhelos, y la comisión llena de júbilo, se trasladó al Puerto de Veracruz el día 18 de junio citado, estando formada dicha comisión por los señores, Tomás Bravo, Félix Sarquís, Faustino Espinosa, Luis Menéndez Cobos, Franco Peña, Francisco Aranda García, Gilberto Vázquez, Enrique Domínguez, Manuel Palafox, Rafael P. García, Francisco A. Loyo, José Trinidad Ochoa, profesor Rafael Rosete, coronel Adolfo Palma, teniente coronel Félix Ramírez, licenciado Eduardo Guerrero y el conductor de trenes Antonio C. Lara, regresando al día siguiente (19 de junio), acompañados del licenciado Manuel García Jurado, Secretario General de Gobierno del Estado, quien el día 20 del mismo mes de junio de 1915, en representación del C. Gobernador y Comandante Militar del Estado de Veracruz, General Cándido Aguilar, dio posesión solemnemente al pueblo de su autonomía, dando lectura al Decreto número 32 de fecha 16 de junio de 1915, expedido por el General Cándido Aguilar Vargas.

**José María Rosas, originario de San Andrés Chalchicomula, Estado de Puebla, hoy Ciudad Serdán, fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca, ver. , durante el período de 1916-1917, fue ya el primer Ayuntamiento constituido por elección popular, era el señor Rosas persona de mucha visión política, pues su proyección se vislumbraba de gran beneficio colectivo pero al iniciarse el año de 1917 perdió la vida en un accidente ferroviario.

**Daniel C. Rodríguez, originario de El Pantano Congregación de Joachín de este municipio, fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el período de 1918-1919.

Ese mismo día mediante un plebiscito, se eligieron las primeras autoridades, con el carácter de Junta de Administración Civil, que gobernó del 20 de junio de 1915, al 31 de diciembre del mismo año, estando formada como sigue: Presidente, Tomás Bravo, Vocales, Luis Menéndez Cobos, Manuel Palafox y Gilberto Vázquez, Tesorero, Franco Peña y Juez Municipal, Faustino Espinosa.

A partir de 20 de junio de 1915 Tierra Blanca tomó carácter de vida propia, eran las Congregaciones de Quechuleño, San José del Hule (hoy Francisco González), Estanzuela, Moreno, Morelos y Juárez, últimamente por gestiones de personas que así convenían a sus intereses particulares y políticos, se creó la Congregación de Joachín, dividiendo la Congregación de Moreno, cosa que ha venido creando hondas dificultades entre los vecinos de esa zona por razón de límites en ambas Congregaciones. Aunque en la actualidad ya se han calmado un poco los ánimos y la región presenta un aspecto tranquilo de paz y concordia entre sus habitantes, con los vecinos de la Congregación Moreno que resultaban ser los inconformes.

El nuevo municipio de Tierra Blanca, quedó formado con una superficie territorial de mil cuatrocientos setenta y siete kilómetros cuadrados con las Congregaciones antes mencionadas.

Su progreso y evolución ha sido y es muy notable porque siendo Tierra Blanca uno de los Municipios más jóvenes en sus 55 años de vida independiente, ha marchado con ritmo acelerado por la senda del progreso evolutivo en sus aspectos, educativo, material, económico y social.

En su categoría política, su ascenso ha sido notable; en el año de 1915 conquistó su categoría de pueblo y el 16 de julio de 1930, por Decreto de la H. Legislatura del Estado lo elevó a la categoría de Villa, por ser ya un centro de población crecido en habitantes y por ser un centro ferrocarrilero de importancia, pues aquí convergen las líneas férreas de Córdoba, Veracruz y Santa Lucrecia, hoy a ese lugar se le denomina Jesús Carranza. Así como también por su afluencia comercial, agrícola y ganadera, y por si censo de cerca de veinte mil habitantes, en esa época, siendo por lo tanto, los tributos en materia de impuestos ya bastante crecidos en rendimientos al Estado y Federación.

En la época en que el pueblo conquistó la categoría de Villa, era Presidente Municipal el señor Cipriano Oliveros, y la misma Legislatura aprobó a la vez el escudo de la naciente Villa que fue presentado por los señores Francisco Pavón Amador, profesor Jonás B. Nambo y Wenceslao r. Alfonso ya finados, y que aún se conserva dicho escudo en al Biblioteca Pública. El escudo simboliza la unidad obrera y campesina, frente a una locomotora el obrero y campesino se dan un saludo fraternal.

Muy merecido es hacer notar que el señor Francisco Pavón Amador fue infatigable luchador por el mejoramiento de esta ciudad, y a quien se debe la genial idea de imponer una placa alusiva en el árbol de moral que existe en terrenos de los Ferrocarriles Nacionales de México, para conmemorar que en ese lugar el General de División don Cándido Aguilar Vargas, recibió a la Comisión Pro-Municipio Libre de Tierra Blanca a fines de mayo de aquel año de 1915, y que digno militar, con su gran proyección de estadista prometió otorgar la liberación política a la Congregación de Tierra Blanca del Municipio de Tlalixcóyan

En el año de 1935, la H. Legislatura del Estado por Decreto número 68, de julio del propio año, elevó a esta Villa a la categoría de Ciudad que en la actualidad tiene. Ya a esta fecha, Tierra Blanca había recibido una transformación digna de tomarse en cuenta, tanto por su potencialidad comercial como por su población de habitantes, y a medida que su progreso evoluciona en los diferentes aspectos, es muy notable el aspecto político por la pasión que despierta en cada justa electoral entre los pobladores en cuyas campañas todos quisieran ser jefes.

El tiempo siguió su curso de la época en que Tierra Blanca adquirió su liberación como Municipio Libre y esto fue precisamente el 20 de junio de 1915, cuando el licenciado Manuel García Jurado dio posesión al pueblo de su autonomía y de sus autoridades, las que fueron electas en el mismo acto, dándose lectura al Decreto número 32 del 16 de junio de 1915.

La sorpresa fue alegre para la comisión constituida al efecto, la que hizo todas las gestiones para independizar a Tierra Blanca de Tlalixcóyan lográndose es objetivo, y cuando regresaba el tren de esta ciudad de Veracruz, al pasar por la estación de Joachín, fue asaltado y tiroteado ese convoy en el que iba el licenciado García Jurado, en esa época merodeaba por esos lugares una partida de rebeldes que fueron los que asaltaron el tren, en dicho asalto pereció el capitán de la escolta de nombre Maximino Martínez y un teniente de apellido Susunaga, salvándose el convoy de una manera providencial debido a la entereza del licenciado Manuel García Jurado y al conductor del tren señor Felipe Landeros, que en medio de una granizada de balas sacaron ese convoy a Piedras Negras.

Cabe hacerse notar que el licenciado Manuel García Jurado siendo Secretario General de Gobierno cuando el General Cándido Aguilar fue Gobernador del Estado, le tocó venir a darle lectura a la Ley que erigía en Municipio Libre a Tierra Blanca el 20 de junio de 1915, y que por poco le cuesta la vida a su regreso cuando fue asaltado el tren en que viajaba por los rebeldes en la estación de Joachín.

En el año de 1916 se eligieron las primeras autoridades constitucionales después de una contienda electoral en que participaron los candidatos José María Rosas y Manuel Fernández, saliendo electo el primero cuya planilla tomó posesión en la forma siguiente:
Presidente, José María Rosas Bravo, Síndico, Bernardo g. Rosas, Secretario, Emilio Velazco, Ediles: Angel Vargas, Reyes Salomón y Ernesto Salomón.

En dos meses de actuación como presidente, construyó un puente en la calle Aquiles Serdán, poniéndole a los peatones una cuota de veinte centavos como cooperación para realizar la obra. Y el 27 de enero de 1917 perdió la vida el señor Rosas en un accidente ferroviario; él viajaba en el tren de pasajeros que corre de Tierra Blanca a Córdoba, y en Motzarongo el conductor de un tren explorador que se llamaba José Méndez (a) “El Kilómetro”, le dijo que si gustaba ir con ellos indicándole que llegarían más temprano; el señor Rosas no tuvo inconveniente y aceptó para su desgracia, el tren que salió de Tierra Blanca y en el Kilómetro G-42 ordenó el mayor Portas que pararan el tren porqué iban a cortar pastura para los caballos; y como si se hubieran bajado de un caballo, sin tomar precauciones estuvo parado el tren en la vía hasta que la máquina número 82 que remolcaba al tren de pasajeros y que era guiada por el maquinista Armando Alcázar, llegó a introducirse hasta medio caboose del tren explorador, de tan tremendo golpe las dos piernas del señor Rosas fueron trituradas recibiendo golpes también en los pulmones que pusieron en grave peligro su vida. No obstante las atenciones de primeros auxilios que le practicó el señor Raymundo Cuca, la hemorragia fue incontenible, y en Acatlán de Pérez Figueroa falleció.

El señor Rosas viajaba a Córdoba para hacer una gestión oficial con el Gobernador del Estado por la sobrada amistad que tenían, a fin de tratar lo relativo al terreno de la manzana donde está ahora el Correo, la Botica “La Cruz Roja”, los Billares que eran de don Emilio Hernández y el Estacionamiento “El Capricho”, que en aquella época eran los dueños Mr. Macumbert, don Félix Bisuet y José María Morales, ese terreno estaba destinado para construir en él las obras del Palacio Municipal y ese asunto iba a tratar el señor Rosas siendo presidente municipal con el señor Gobernador del Estado cuando perdió la vida.

Cuando el general Aguilar se enteró de lo ocurrido al señor Rosas, ordenó un tren especial para llevar el cuerpo del funcionario de Tierra Blanca a Córdoba, donde fue sepultado el día 29 del mismo mes de enero en el Panteón Municipal. La iniciativa del señor Rosas se proyectaba de gran beneficio colectivo ya que se había acordado meter el agua potable del Río Amapa, haciendo unos filtros en Cocolapa pero el destino se interpuso.

Como ya se dijo, Tierra Blanca en el aspecto político de poco tiempo acá que data de 1947 se ha constituido en el polvorín de la ambición, desde esa fecha hasta la presente el municipio atraviesa por situaciones difíciles debido a que, siendo eminentemente ferrocarrilero, la gerencia de los Ferrocarriles Nacionales de México decidió trasladar los talleres ferroviarios locales- sustento de centenares de trabajadores- a Matías Romero, Oaxaca. Sin embargo, el municipio de Tierra Blanca es el que cuenta con mayor número de cabezas de ganado vacuno en toda la entidad, ganado criollo en su mayor parte, de pobre rendimiento en carne y leche. De cualquier modo, esta circunstancia ha hecho que la Asociación Ganadera local, dotada de considerable poder político, haya podido aliviar,en parte, los principales problemas del pueblo en los últimos años. Así, actualmente, son tres los sectores con preponderancia en la localidad: ganaderos, ferrocarrileros y comerciantes, olvidándose del sector campesino que es el más fuerte pilar del Partido Revolucionario Institucional.

Tierra Blanca nació hace más de cincuenta años y la importancia de su historia está fincada en los intereses ferrocarrileros. Punto de enlace de las rutas ferroviarias que llevan al sureste del país, obvio era que la política local la dirigiesen, precisamente, los líderes sindicales ferrocarrileros. Así sucedió durante mucho tiempo, y aun se dio el caso de que surgiera un cacique--cuyo poder y riqueza nacieron en la Sección número 25 del S.T.F.R.M.—que de modesto empleado de oficina evolucionó a poderoso mandatario regional, previo paso, en dos ocasiones, por la presidencia municipal de Tierra Blanca se tradujo para él en una de las fortunas más respetables del rumbo, y en estancamiento y corrupción administrativa para el pueblo. Y a la fecha, la mano del cacique todavía quiere “dejarse sentir” en la política local.

**Abraham Maldonado, originario de Tierra Blanca el Viejo, fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el período de 1920-1921.

**Antonio Mora Pérez, originario de Chavinda, Michoacán, fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el período de 1922-1923, murió trágicamente
.

Es preciso hacer notar que en las elecciones municipales de 1968 para renovar el Ayuntamiento, el hombre fuerte de la localidad intentó que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo postulara candidato –por tercera vez—a la presidencia municipal, pero le fallaron sus propósitos.

En esa ocasión, hubo un hombre aunque de estatura reducida pero grande de corazón y mucho valor civil que le vendió caras las peras, Juan Torres López fue el elegido, ferrocarrilero, descendiente de una respetable familia, quien entre otras ventajas, siempre disfrutando del apoyo que le brindaron personajes como Luis Gómez Z., --exsecretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros—y el licenciado Fluvio Vista Altamirano, en ese entonces Oficial Mayor del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, le puso el cascabel al gato pero se la hicieron tablas.

Cuando el Revolucionario Institucional hizo a un lado la precandidatura del cacique, y nada conforme con la postulación de Torres López, se lanzó a la contienda como “candidato independiente”. A partir de ese momento subió peligrosamente la presión de la caldera política, hasta estallar el día de las elecciones. Imperó el desorden y afloraron las ambiciones, la falta de madurez política y la insensatez de quienes vieron el río revuelto. Desaparecieron y fueron violadas muchas ánforas electorales, surgió la indisciplina y se produjeron las manifestaciones callejeras; la prensa, la radio y la televisión de México dedicaron amplios comentarios al “caso de Tierra Blanca”, hasta que, advirtiendo que esa pugna trajera consecuencias graves, el gobernador López Arias ordenó que se constituyera un Consejo Municipal para la población, organismo que quedó bajo la dirección del señor Benjamín Cerda Ramírez “un fuereño” originario de Lerdo de Tejada, Ver. ,--que desempeñó bien sus funciones—para quienes no supieron darse un gobierno por los cauces cívicos, se integró este organismo a pesar de todo con elementos controlados por el cacique.

En la campaña electoral del licenciado Luis Echeverría Alvarez, para Presidente de la República, Tierra Blanca estaba fuera del itinerario del candidato presidencial del PRI. Pero una comisión fue a Jalapa a suplicarle que visitara el pueblo. Accedió el licenciado Echeverría y, de Veracruz, se dirigió a la turbulenta caldera terrablanquense.

Ya en Tierra Blanca, enterado de la situación prevaleciente y de la inquietud que había ante las futuras elecciones municipales, el licenciado Echeverría dijo muy claramente, entre otras cosas, lo siguiente:

No es la desunión, con la indisciplina al PRI, con pleitos entre ferrocarrileros, o campesinos, o ganaderos, o habitantes de la ciudad, como ustedes van a encontrar los caminos para resolver sus problemas. Yo pediría a los que no están conformes con los lineamientos de disciplina y de armonía y de concordia de nuestro partido, que se vayan a Acción Nacional, o a cualquier otro partido, Es preferible, es más leal, es más prudente, en todo caso, renunciar a pertenecer al Partido Revolucionario Institucional y militar lealmente en un partido contrarevolucionario, que socavar las bases de nuestro instituto político”

Fue contundente el discurso improvisado del candidato presidencial del PRI, hubo calma pasajera; pero la efervescencia política subió de tono ante la proximidad de la convocatoria para la postulación de candidatos. Surgieron nombres como el doctor Gonzalo Vázquez Bravo, Nicolás González Sabino y Juan torres López, los dos primeros regidores del Consejo Municipal que presidió Benjamín Cerda Ramírez y el tercero ferrocarrilero, que había luchado en las elecciones anteriores por llegar a la presidencia municipal de Tierra Blanca.

Estos datos que registra la historia realmente resultan sobresalientes en el aspecto político.

Sin embargo en las nuevas generaciones está depositado el espíritu de renovación de un pueblo y el perfeccionamiento de su vida cívica. Los jóvenes deben canalizar sus ímpetus políticos a través de los partidos y formen su vanguardia. La juventud en le taller y en la fábrica, en el surco, en la escuela o en la oficina tiene derechos que ejercer pero también responsabilidades que cumplir. Que siempre la anime la fe en el progreso, que sea siempre intransigente e inconforme ante las desigualdades e injusticias, pero que nunca la desoriente la incitación de quienes, en realidad, mantienen ocultos propósitos de retroceso, la juventud no es sólo esperanza, sino realidad y presente.

No quiere decir esto que ya estén resueltos todos los problemas ancestrales ni que el desarrollo de la Cuenca haya dejado de crear otros distintos, pero sí que la ruta de una ciudad con sed de progreso está trazada por nuestra propia experiencia histórica y política, que el sistema en que vivimos tiene el consenso y el apoyo de nuestro pueblo y que por ese camino habremos de continuar, sin falsos optimismos ni desaliento. La Revolución está en nuestras manos y nos toca remodelar su perfil en una nueva etapa de la historia.

El desarrollo ha de entenderse como un fenómeno integral y equilibrado, cuyo método y cuyo propósito sean la evolución de la sociedad en su conjunto.

Una cifra relativa por elevada que sea, no puede darnos el reflejo fiel de una comunidad. De una parte, porque el crecimiento del aparato productivo bien puede ser fruto de la explotación y de los abusos; y de otra, porque la aplicación de promedios esconde y neutraliza las desigualdades. El verdadero desarrollo se mide por la armonía del crecimiento, por el nivel real de productividad y por el grado de bienestar general de un pueblo que disfruta de paz.

Nuestro pueblo ha rechazado siempre la imagen de un Tierra Blanca venturoso que sólo encubriera los intereses de grupos privilegiados.

Demanda justas prestaciones para la clase obrera, precios remunerativos para los productos del campo, participación proporcionada del Estado en la economía y beneficio legítimo para el espíritu empresarial; he ahí un esquema equilibrado de desarrollo al que no puede negar su concurso ninguna autoridad de convicciones patrióticas.

Esa es la tarea que nos aguarda y los objetivos de nuestro desarrollo económico son esencialmente humanistas: se encaminan a lograr el más rápido crecimiento de la comunidad a través de la mejoría de sus hombres, de sus familias, de sus localidades, de sus regiones que serán beneficiadas acelerando simultáneamente el proceso productivo y capitalizador y el de distribución del ingreso.

Nuestro mejor capital es el trabajo. Confiamos en él como en el instrumento superior del desarrollo. El esfuerzo intelectual y manual no es mercancía sino respetable fuerza creativa para la transformación social: - trabajo es patriotismo.

Dentro del trabajo no sólo consideramos la energía del hombre sino su organización y su rendimiento. Necesitamos elevar la producción pero también la productividad. Debemos trazar una política de recursos humanos acorde con las necesidades y los requerimientos de Tierra Blanca: cada habitante del municipio tendrá que asumir sus responsabilidades y mejorar sus capacidades. El progreso del pueblo sólo puede fincarse en el impulso de todos sus hijos.

Al hablar del papel de la inversión y de las obras públicas en la animación de todo proceso económico; así como cuando hablamos de alentar a los inversionistas privados con sentido social; cuando nos referimos al régimen fiscal como un sistema redistributivo del ingreso, no lo hacemos colocándonos ni en la teoría pura ni al margen de la realidad. Entendemos y se evalúan todos esos instrumentos para aplicarlos al progreso de la comunidad. Es de pensarse fundamentalmente en quienes viven de su propio trabajo, ya sea como pequeños productores, como prestadores de servicios o como asalariados, que ven en las clases pudientes a un hombre que sobresale como personaje indispensable, y que a él recurren para solicitarle orientación y que a veces tiene el mal gusto de hacer ostentación de su privilegio económico logrado a costillas del pueblo, un privilegio malhabido por desgracia del cual está disfrutando por su voracidad y audacia.

La miseria en el campo exige industrialización de los productos rurales para la captación de la mano de obra excedente, así como para la diversificación de las fuentes de vida de los campesinos.

Llevar a sus últimas consecuencias la explotación de los recursos naturales, para que sean los productores y no los intermediarios, quienes resulten más favorecidos. Propiciar un desarrollo regional armónico y favorecer la urbanización de los pequeños y medianos núcleos rurales, o de aquellas poblaciones que requieran de la industria para su transformación efectiva. Estimular todas las medidas encaminadas a conectar la economía agropecuaria con la economía industrial, como una urgente vía de tránsito para el desarrollo de nuestras pequeñas comunidades.

Es natural que así sea, debido a las diferentes constituciones físicas del hombre y la mujer del campo, y a las distintas peculiaridades de la parcela y el solar. Pero los solares urbanos ejidales no son para limitarse a construir únicamente las casas habitación. En ellos caben- y deben tener- árboles frutales, hortalizas, animales de producto, aljibes y otras instalaciones indispensables; todo lo cual les dará un carácter de bienes aprovechables para conseguir de ellos productos o utilidades que complementen los beneficios económicos de la parcela. El trabajo de la parcela es la preparación de las tierras, siembras, abonos, regadíos y cosechas, demanda rudos esfuerzos propios del vigor varonil, el trabajo del solar es más doméstico, menos fatigoso, más en relación con la natural delicadeza femenina. La mujer campesina y sus pequeños hijos pueden realizar fácilmente y con mayor dedicación las labores que son necesarias para cuidar de los árboles frutales, de las hortalizas, de los animales que es posible tener en el solar, cuya explotación racional y completa puede ser convenientemente organizada por la propia compañera del ejidatario. Los resultados que así se obtengan beneficiarán por igual a toda la familia campesina, este seguro patrimonio es el solar urbano ejidal. Esta es una pequeña orientación que contribuye proporcionando una idea que pueda ser útil para la gente de campo.

Capítulo III - Logias y los ritos de la masoneria

En el año de 1915 se instaló la primera Logia Masónica en la hoy ciudad de Tierra Blanca, Ver. , esa Logia se llamó UNION Y PROGRESO número 7, sus fundadores fueron los señores Atanasio Díaz, Francisco Beraza, Juan Arcos Zúñiga y los hermanos Lona. Después de esa Logia se formó otra que se llamó ISIS número 10 y más tarde, se formó otra que se le dio el nombre de LEALTAD número 5.

La UNION Y PROGRESO y la ISIS, tenían sus edificios propios. Y en 1934 se fusionaron las tres y de ellas nació la que hoy se llama RESPETABLE LOGIA HIGIA número 54 jurisdiccionada a la GRAN LOGIA DEL ESTADO DE VERACRUZ.

Al fusionarse las tres Logias, el edificio que era propiedad de la RESPETABLE LOGIA HIGIA Número 54, y ésta, lo cedió al Municipio para que se edificara un Hospital Civil, ya que era tan indispensable, y todos los miembros de la Logia se asignaron una cuota para el sostenimiento de este Centro de salud.


Es preciso señalar, que la escritura de propiedad hace constar en una de sus cláusulas específicamente: “Se cede este edificio para Hospital mientras sea Hospital”. De otro modo no podrán destinarlo a otros usos, porque en caso de hacerlo, intervendrá la Logia que hizo la donación y recogería el edificio. La tarea le corresponde desempeñarla a la RESPETABLE LOGIA HIGIA que no olvidará la cláusula que antes se menciona.

El nombre de HIGIA quiere decir: “DIOSA DE LA SALUD”, nombre que en concurso sacó adelante.

Esta Logia tiene su edificio propio en la Avenida Dos de Abril y sus funciones son hasta la fecha, ininterrumpidas.

Posteriormente se fundó la Respetable Logia “BENITO JUAREZ” número 70 que normalmente funciona desde hace a la fecha más de 12 años, esta Logia todavía no cuenta con edificio propio, sus actividades rituales las realiza alquilando casas particulares.

En la masonería hay varios Ritos y siguiendo la secuencia de Helia D’Acosta en una de sus múltiples investigaciones reporteriles con la famosa Antropóloga Ramírez de Hoppe, quien hablando de la masonería actual es una experta en la materia y por lo tanto ha tenido una influencia muy importante en la historia de nuestro país desde la época prehispánica hasta nuestros días.

Viene al caso hacer este relato porque una historia sin relato no es historia.

Ahora bien, desde antes de que México lograra su independencia, ya los Estados Unidos planeaban la conquista del territorio mexicano, intenciones que fueron denunciadas por el entonces embajador de España ante los Estados Unidos.

Una interrogación a Lupita que si era masona, contestó: pertenezco a la masonería pero al Rito Nacional Mexicano, fundado por don Benito Juárez en 1826, en que proclamó sus leyes de Reforma; en esas leyes la mujer goza de los mismos derechos y obligaciones que el hombre, dándole la oportunidad de luchar hombro con hombro al lado del varón.

Pues como ya dejé dicho, la masonería tiene varios Ritos, y en la Gran Logia del Valle de México, no aceptan a la mujer, porque esa Logia pertenece al Rito Escocés y ese rito excluye a la mujer, de la masonería.

El Rito Yorquino, el Escocés, el Primitivo- que funcionan en Rusia-, el Cabalista, el Esotérico, el Astronómico, el Maronista, el Hebreo y muchos más. Generalmente cada país tiene su Rito pero las liturgias y el ritual que se lleva, son muy parecidos. En todas las logias masónicas tienen como categorías los signos del zodiaco como símbolos que representan a los planetas. Logia significa representación del Logos, o sea del Cosmos; por eso la masonería es universal, porque el Universo es su representación y su base. La palabra Logos, en griego significa universo, o sea vida universal.

Es importante que las futuras generaciones conozcan las liturgias y el rito de la masonería; dice la famosa Antropóloga de Hoppe, quien visitó la Logia del Valle de México que en el altar tiene una Biblia. Porque esos ritos tienen como fundamento la Biblia, por eso la colocan en el ara o altar de los juramentos. En el Rito Nacional Mexicano, juramos sobre la Constitución.

En todos los ritos consideran que la masonería es patrimonio exclusivo del hombre, y no aceptan a la mujer porque la Biblia no le otorga los mismos derechos, porque considera que la mujer llevó al hombre el pecado, tomando como base el mito aquel de la manzana y de la serpiente, y del pobrecito de Adán, tan inocente, que fue seducido por la peligrosa Eva, para excluir a la mujer de esas actividades... -comentario- o es mucha ingenuidad o mala fe de los hombres... ya que todas las leyes han sido hechas por ellos relegando a la mujer.

Solamente don Benito Juárez consideró a la mujer igual al hombre y le dio los mismos derechos en las Leyes de Reforma, mismos derechos que se hicieron efectivos en el gobierno de don Adolfo Ruiz Cortines.

Pasaron más de cien años y los regímenes que se iban sucediendo consideraban a las mujeres menores de edad, hasta la época de don Adolfo en que la mujer entró de lleno a competir con el hombre en las mismas actividades.

La famosa antropóloga Guadalupe Ramírez de Hoppe, dice como ha influido la masonería en la historia de México.

En este año 1972 que es el año de Juárez, cabe hacer notar el relato de la masonería en México y algunos conceptos de don Sebastián Lerdo de Tejada quien es uno de los hijos más preclaros del solar veracruzano, en 1872 sucedió a Juárez en la Presidencia y más tarde se le confirmaron sus poderes. Durante su gestión fueron expulsados los jesuitas y desterradas las Hermanas de la Caridad.

Lerdo de Tejada era masón pero repudió la masonería, porque la consideró como fórmula de despotismo tanto más peligrosa, cuanto más fraternal es la apariencia, en los tiempos de Victoria, Posada, Gómez Pedraza y Gorostiza, la masonería era en México una institución bondadosa y sincera; degeneró después en camarillas demagógicas, hasta transformarse al presente, por una serie de evoluciones.

El 19 de octubre de 1822 desembarcó en Veracruz Joel Robert Poincet, siendo en esa época Antonio López de Santana Jefe de la guarnición militar en el puerto. Poincet venía como espía de Estados Unidos, y fue recibido por Agustín de Iturbide el 3 de noviembre del año 1823 quien le manifestó que las instituciones políticas de Estados Unidos no eran adecuadas para México. Un oficial de Iturbide, de apellido Azcárate, informó que Poincet le mostró un mapa y sobre él trazó una línea que cruzaba sobre Texas, Nuevo México, Alta California, Sonora, Coahuila y Nuevo León, y le dijo que esos territorios estaban tan alejados de la capital de México, que era mejor que los Estados Unidos los absorbiera. Poincet salió de México el 11 de noviembre del mismo año, y regresó el 5 de marzo de 1825 como primer embajador de Estados Unidos ante la República Mexicana, creada por la Constitución de 1824. Traía instrucciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Clay, para establecer nuevos límites entre México y Estados Unidos, anexando a aquel país, los Estados del norte, que antes se mencionan. El primero de junio de 1825, Poincet fue recibido por el Presidente Guadalupe Victoria, para solicitar la construcción de un camino de San Luis Misouri hasta Santa Fe, México, con el evidente propósito de facilitar la penetración de Norteamérica en México.

Poincet era masón y pertenecía a la Gran Logia de Filadelfia, del Rito Yorquino. En los “Poincet Papers”, en la página 104 del volumen tercero, existe un testimonio que dice que esa Logia, otorgó poder especial a Poincet para extender dispensas a masones yorquinos para que vinieran a formar logias bajo la jurisdicción de aquella. El 29 de septiembre de 1825, en la misma casa de Poincet, aquí en México, instaló la Gran Logia Oriente del Rito Yorquino, en la que Poincet recibía a los diputados y ministros del gobierno, con el pretexto de asesorarlos en la práctica del federalismo y de las instituciones republicanas. De esa manera los masones yorquinos se apoderaron poco a poco del mando gubernamental, lo que trajo como consecuencia la independencia de Texas en 1836.

A fines del siglo XVIII se instalaron en México varias logias del Rito escocés que servían de instrumento colonial a Europa. Al crearse el Rito Yorquino en México, fue enfrentado al Rito Escocés, y con esto, prácticamente estalló la guerra civil, objetivo buscado por los norteamericanos.

El Rito Escocés fue creado en París en 1756 con el título de “Emperadores de Oriente y Occidente”. Lo trajo a América el judío Esteban Morín. En Charleston, Estados Unidos, instaló el Supremo Consejo de América” el que extendió la “Carta Exequertor” al Valle de México. Así fue como se fundó la primera logia del Rito Escocés en nuestro país.

El Rito Nacional Mexicano se fundó el 26 de marzo de 1826, un grupo de masones patriotas encabezado por José Matías Mateos, Cayetano Rimaldi y Luis Luelmo, fundaron el Rito Nacional Mexicano, después de haber sido aceptada su proposición en el Congreso de logias, celebrado el 22 de agosto de 1825.

En 1833 fue celebrada la asamblea general del Rito Nacional Mexicano, la que publicó un manifiesto político a favor de la libertad de opinión, libertad de prensa, abolición de los fueros militares y clericales, clausura de los conventos, establecimiento del casamiento civil, la educación del pueblo, la abolición de la pena capital, desaparición de los latifundios y el reconocimiento de los derechos de la mujer. Ese manifiesto político fue el antecedente de la Constitución de 1857.

La Revolución de Ayutla, fue inspirada y dirigida por masones del Rito Nacional Mexicano, llevando al frente el general Juan Alvarez. Eso fue en 1854. Al triunfar la Revolución de Ayutla, se convocó al Congreso Constituyente integrado por masones del Rito Nacional Mexicano, y fue promulgada la Constitución de 1857. Entonces, los masones escoceses mexicanos, encabezados por el Presidente de la República, Ignacio Comonfort, inconformes con la nueva Constitución, se rebelaron, pero don Benito Juárez salió a la defensa, y fue derrotado el Rito Escocés. Inconformes con su derrota los masones escoceses nombraron una comisión para que fuera a Europa a entrevistarse con Napoleón III. Le pidieron que enviara un príncipe europeo para gobernar a México. Fue así como, mediante grandes promesas, trajeron a Maximiliano, que fue fusilado en Querétaro, como todos sabemos. A fines del siglo XIX, se fundó aquí la “Gran Logia Valle de México”, bajo el Rito Nacional Mexicano, pero fue dividida por Porfirio Díaz y se unió al rito escocés que tiene sede en Charleston, Carolina del Sur, desde 1801 en que fue fundado.

Los masones extranjeros nos han creado problemas. A don Benito Juárez le preocupó siempre la infiltración extranjera a través de los Ritos Masónicos, por medio de los cuales también se manejó a los mexicanos. Muy inteligentemente guiaban a los conservadores por la religión católica, y a los liberales por la masonería, la que aparentemente estaba en contra de la Iglesia, concepto que equivocadamente se acepta hasta hoy en día. Cuando Enrique VIII se separó de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, en el año de 1534, y fundó la Iglesia Anglicana, siguió usando los mismos títulos para sus dignatarios y la misma liturgia. Aunque desconoció autoridad del Papa, nunca se apartó de la religión católica. Fue entonces cuando se proclamó rey de Irlanda. La masonería inglesa y escocesa hasta ese momento, fue patrimonio de los nobles, pero Enrique VIII, permitió la entrada a todas las clases sociales, pero no a la mujer por la sencilla razón de que la Iglesia así lo ordenaba, pues en la tradición bíblica se la señalaba como la corruptora del hombre y portadora del pecado. Benito Juárez no sufrió esos complejos. Su madurez emocional de indio le permitió sentir la filosofía del hombre del México precortesiano, quien tuvo como base la dualidad. Eso lo vemos en la Mitología donde todas las deidades van por parejas: masculino y femenino. En al civilización del México antiguo y en el Imperio Incaico- que en el fondo tienen los mismos principios- se ha dignificado a la mujer. Eso nos lo dice la Coatlicue, así como Mama Oclo y Pachacmama en el Perú.

**Juan Saavedra, originario de Chavinda, Michoacán, fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el período de 1926-1927.

Los liberales mexicanos, con Benito Juárez a la cabeza, hicieron a la masonería laica. Se puede pertenecer a la religión que uno quiera, y no es obligatorio hablar de religión dentro de la Logia. El artículo tercero de la Constitución indica que la educación debe ser obligatoria, gratuita y laica. Los liberales, con Benito Juárez al frente, crearon el Rito Nacional Mexicano para educar para educar al mexicano dentro de conceptos filosóficos y libertad de pensamiento y de acción, porque ellos se dieron cuenta que México fue siempre el punto de discordia entre europeos y americanos. Por un lado, España manejaba al pueblo por medio de la religión católica, y por otro, los países europeos a través de los ritos masónicos a través de los ritos masónicos yorquinos y escocés. Lo que trataban era de crear una psicosis para enervar la mente de los mexicanos: a unos haciéndolos sentirse liberados de la Iglesia, y a otros muy católicos. Pero en realidad estaban todos contra todos, porque había tres partidos que funcionaban y que estaban poniendo en peligro la libertad de México. Por eso se fundó ese Rito Nacional Mexicano, y no se le negó la entrada a la mujer porque Benito Juárez, reconoció los derechos de la mujer. El origen de la filosofía mexicana no es de machismo ni de humillación a la mujer, sino de igualdad de derechos y de consideraciones, como podemos ver en todos los códices y en las figuras mitológicas precortesianas, donde, en todas las deidades están las “veinticinco parejas divinas” que integran la creación del hombre. Se considera que el origen de la vida es el positivo y el negativo, o sea el hombre y la mujer. La mujer ha sido reconocida y venerada por la Mitología, porque sabían que sin la parte femenina en cualquiera de los aspectos, no existe la evolución de la vida.


**Tito García, originario de la Estanzuela, Congregación del mismo nombre perteneciente a este municipio, fue presidente municipal Constitucional durante el período de 1928-1929.

**Luis Menéndez Cobos, originario de Chacaltianguis, Ver., fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el período de 1924-1925.

Capítulo IV - Desarrollo demográfico

En su desarrollo demográfico por su aumento de población, ha alcanzado un lugar prominente entre los pueblos de la región sotaventina: pues de 7 mil 500 habitantes que tenía el municipio al conquistar su emancipación en 1915, hoy tiene la ciudad 18 mil habitantes y pasan de 48 mil habitantes en todo el municipio, se cree fundamentalmente que en el censo que ya se levantó en 1970 se dará a conocer el aumento de su población a la presente en que cumple esta ciudad 56 años de ser municipio libre.

Tierra Blanca es el centro de una importante región agrícola y ganadera, en donde el ferrocarril es un medio vital para el transporte de productos de primera necesidad y cuya zona de influencia se extiende hasta Veracruz, Córdoba y el importante bastión del Istmo.

Desde el gobierno del licenciado Miguel Alemán, época en que Tierra Blanca tuvo una afluencia comercial floreciente, hasta hoy en que existe un esfuerzo permanente del gobierno federal y de la Administración de los Ferrocarriles Nacionales por dotar al país de un nuevo servicio ferrocarrilero eficiente y capaz de responder adecuadamente al creciente desarrollo y requerimiento del pueblo mexicano, tuvo su cristalización efectuada el día 21 de octubre de 1966 en que fueron inauguradas la nueva estación de pasajeros y las bodegas de express y carga.

El día antes citado, el señor Gerente General de las líneas nacionales, acompañado del señor Secretario de Comunicaciones y Transportes que en esa época eran los ingenieros Eufrasio Sandoval Rodríguez y José Antonio Padilla Segura respectivamente, así como del ingeniero Miguel Angel Barberena, Director de Ferrocarriles en Operación entonces, y del señor Héctor Cequera Riveram subsecretario de Gobierno del Estado de Veracruz, en representación del gobernador Fernando López Arias, y del señor licenciado Roberto Rojas Miles, Director de Comunicaciones del Estado, puso en servicio la nueva estación de Tierra Blanca, y a este importante acto, fueron congregadas más de 25 mil personas, representando a las diferentes esferas sociales del pueblo.

Breves palabras de acogedora recepción hacia la comitiva, fueron pronunciadas por la señorita Susana Varela, en representación de la CNC, y a continuación se recorrieron las instalaciones del edificio que constituyen la primera etapa de una obra integral, que comprenden planta alta y planta baja, con una superficie construida de mil 540 metros cuadrados.

La nueva estación quedó junto a la esquina poniente del parque Juárez, y junto con la estación, se inauguraron el mismo día las bodegas de express y carga que unidas tienen una superficie de mil 50 metros cuadrados de construcción; la zona de pavimentación y estacionamiento con mil 100 metros cuadrados y la obra ornamental de jardinería con 750 metros cuadrados de superficie.

Al señor Gerente de los Ferrocarriles Nacionales y a sus acompañantes, así como al pueblo en general, se les proporcionó amplia información por el ingeniero Juan Antonio Pedrero Portes, jefe de la Sección de Construcción del Departamento de Vía y de Estructuras, quien a la vez mostró la espaciosa sala de espera de la nueva estación, en donde no se hizo distinción entre primera y segunda clases, el restaurante destinado a dar servicio a pasajeros, tripulantes y personal administrativo; oficina de expendio de boletos, oficina telegráfica, de despachadores, del Jefe de Estación, del ingeniero residente; local para guardar equipajes y las oficinas de la planta alta en donde ahora ser haya instalada la Superintendencia Divisional y las oficinas para empleados administrativos.

El acto de entrega de esta trascendental obra a Tierra Blanca, significa una progresista etapa en su historia inmortal, tanto en el aspecto ferrocarrilero como en el de impulso económico a la región ya que las antiguas instalaciones tenían más de 50 años de servicio, y las necesidades actuales en toda la comarca, de acuerdo con el importante volumen de flete perecedero, la gran concentración de carga de diversa índole y por consiguiente el numeroso movimiento de trenes, requerían una estación como la que se ha puesto en servicio.

En la nueva estación se ha logrado un conjunto arquitectónico armonioso, en donde sobresale su excelente iluminación y adecuada ventilación obtenida por medio de aparatos de clima artificial, necesarios para lograr una estancia confortable de los usuarios, por virtud del clima extremoso que priva en la región, y un trabajo más eficiente de los empleados.

La importancia estratégica que para la economía tiene Tierra Blanca, amerita un conjunto de obras que satisfagan plenamente las necesidades de un servicio ferrocarrilero eficaz. Por este motivo la Administración de los Ferrocarriles Nacionales de México tiene le proyecto de complementar en todos sus aspectos las instalaciones de la estación puesta en servicio, mediante la ejecución de obras para la atención adecuada del equipo rodante, la extensión de patios para mayores volúmenes de carga, obras de carácter social, etc. Con el objeto de que los trabajadores de Tierra Blanca y principalmente el público que utiliza el servicio de transporte se vea grandemente favorecido y apoyado en su desarrollo económico y social.

A lo largo de la ruta Córdoba-Tierra Blanca que es aproximadamente de 90 kilómetros, el ferrocarril atraviesa una rica zona agrícola con abundante producción de café, caña de azúcar, naranja, plátano, frijol, aguacate, mango y otros productos, que encuentran en los Ferrocarriles su más eficiente colaborador al transportar el fuerte volumen de producción.

**Cipriano Oliveros, originario de San Andrés Tuxtla, Ver., fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el Período de 1930-1931.

Para favorecer en el mayor grado posible la economía de la región, los Ferrocarriles Nacionales de México han puesto en práctica un extenso programa de rectificación de vías con el fin de hacer más expedito, más económico y más seguro el transporte de sus productos, principalmente de los ingenios azucareros ubicados en esa vasta zona.

Nadie puede dudar de la transformación en su desarrollo demográfico, material y económico que ha tenido Tierra Blanca constituyéndose en un desarrollo creciente en los últimos años, teniéndose que incrementar sobre todo el comercio y los servicios públicos con motivo del desarrollo agrícola y ganadero y en su parte principal, del cimiento industrial que son los Ferrocarriles Nacionales.

En cuanto al desarrollo cultural, se puede decir que en ese aspecto resplandece un sinónimo de paz, porque mucho se ha logrado hacer permanente el acervo de la cultura de los habitantes de la ciudad, han ido atesorando al través de los años para hacer de nuestro pueblo una ciudad culta.

Sin embargo, existen las inquietudes y la inconformidad para pedir mucho más, esperando en el fondo de todas las cosas que Tierra Blanca progrese y que siga progresando, mientras que tenga la esperanza de ver sobre el pedestal indestructible el porvenir de nuestro pueblo, debemos sentir el amor más sublime en la manifestación del sentimiento a cuyo impulso se han realizado actualmente las obras más admirables que enorgullecen a todos los habitantes de nuestro querido pueblo, los que con inmensos sacrificios han podido llevar a cabo para beneficio de la colectividad, en el desarrollo material haré más extenso este relato.

Pero antes es preciso hacer notar que uno de los precursores de la emancipación del municipio de Tierra Blanca, don Enrique Domínguez fue ferrocarrilero, y ya por el año de 1912 dejó de serlo por haber perdido un ojo debido a una revaba que se le incrustó, por cuyo motivo le fue imposible seguir laborando en la empresa ferrocarrilera que lo indemnizó por la pérdida de un órgano vital, se dedicó a las actividades del comercio estableciendo una zapatería en la calle Juárez y que a la fecha viene regenteando su hijo David, cuya razón social de la negociación es: “Zapatería Domínguez”.

En la actualidad, Tierra Blanca ya cuenta con otro centro de diversión, este es el Rancho del Charro; cuya Asociación se formó por iniciativa de personas entusiastas de la localidad entre las que figuran los nombres de Julio Barcelata, Silverio Gasperín Solís, Isaías Morales Meza, Cástulo Delfín Lara y otros. Pero es una verdadera lástima que en tan corto tiempo se hayan olvidado de esta diversión tan bonita, posiblemente vuelva a renacer el entusiasmo de estas mismas personas pero existe duda; porque a grandes rasgos se ve que esas mismas personas se han dedicado a sus actividades más que a las diversiones.

No obstante en este Rancho del Charro ya se habían efectuado bonitos eventos en los que participaron los charros de Veracruz, de Puebla y hasta de la propia capital de la República.

Hubo una ocasión en que la charrería mexicana presentó su colorido luciéndose con sus caballos amaestrados la guapísima amazona de los ojos verdes IRMA DORANTES, que también ha sido partícipe de las competencias charras en TIERRA BLANCA, con este evento cambió un poco la fisonomía de la ciudad, así como cuando se verificó la primera Feria Agrícola, Ganadera, Industrial y Cultural, en diciembre de 1960, once años después se organizó otro evento llevándose a cabo la segunda Feria Regional Agrícola, Ganadera, Industrial y Cultural, pero el Rancho del Charro sigue abandonado.

Tierra Blanca, Ver. , es alegre por excelencia el trinar del arpa y el compás de la jarana, se escucha también el repiquetear del zapateado que al sonoro cantar de las marimbas se confunde con el chachachá y el ulular de las locomotoras, las que despiertan el ánimo y hacen más amena la estancia del viajero, poniendo en juego constante las actividades cotidianas, los obreros caminan presurosos a sus talleres, los comerciantes a sus establecimientos y los campesinos a vender sus productos.

Recuerdos imperecederos que cruzan por mi mente, los cuales se internan en el corazón haciendo brotar el sentimiento más profundo de un cariño inolvidable, en donde nace un árbol genealógico que fructifica y se forma una familia, así también nace el recuerdo de las tradicionales fiestas que forman una época de ensueño y mientras camino por la avenida Libertad paso frente a la Parroquia de Santa María de Guadalupe, me encuentro con el señor Cura don Ricardo Lara, a quien después de saludar sostuvimos larga conversación para llevar a ustedes el relato que me hace el señor cura don Ricardo Lara Ceja, me dice: que llegó a Tierra Blanca, Ver. , el 17 de agosto del año 1939, en esa época encontró problemas del orden religioso como son la propaganda del protestantismo, el espiritismo y la superstición.

En el orden moral, como principal obstáculo al catolicismo, fue la unión libre y el divorcio civil. Para que estos datos se vean claros, -dijo el señor Cura-, de cada cien niños que se bautizaban, tres o cuatro eran de legítimo matrimonio y los 96 o 97 restantes fruto de unión libre o adulterinos. Después de 29 años de constante y harto trabajo apostólico, se ha logrado disminuir aquel porcentaje de 96 o 97 a 60 o 65 por ciento de hijos naturales.

Respecto al orden social precavió que la gente estaba un poco atrasada en su cultura por su vocabulario soez y vulgar, en la actualidad y de una manera paulatina, la sociedad de esta ciudad ha venido superándose y encuentra dos razones; la primera es la introducción de la carretera a este lugar. Debido a ella vinieron familias de otros lugares de más elevado nivel social y se comunican con la sociedad de esta ciudad, así como también las familias de este lugar van a otras ciudades de la República incluso la propia capital, y en su comunicación con otras personas de más altas culturas se superan. La segunda razón que encuentra el señor Cura don Ricardo Lara es el aumento de escuelas; pero sobre todo de las escuelas particulares como son: El Colegio “Hidalgo”, El Colegio “Teresitas”, el primero para varones y el segundo para niñas, ambos debidamente incorporados a la Secretaría de Educación Pública y la Secundaria Suma Sapienta, estos establecimientos educativos fueron aperturados en 1951, 1952 y 1954 respectivamente. Además se estableció hace aproximadamente cinco años o más la escuela Preparatoria y de Bachilleres por el señor Cura don Antonio Campos M. También se han construido dos Iglesias Parroquiales, la de Santa María de Guadalupe y que es también Vicaría Foránea, la Iglesia está organizada por zonas y la principal de todas se llama Nuestra Señora del Carmen, que fue construida por el señor Cura don Antonio Campos M., así como también el edificio donde funciona el Colegio “Hidalgo”, la Secundaria Suma Sapientia y la Preparatoria y de Bachilleres.

En cuanto a la Iglesia que el señor Cura don Ricardo Lara encontró en la localidad en aquel tiempo cuando procedente de León, Guanajuato, llegó a este lugar, era de madera podrida por el paso del tiempo, y de lámina oxidada al grado que ese material se pudiera utilizar.

El señor Cura don Roberto Peregrina le hizo entrega de la parroquia al señor Cura don Ricardo Lara, quien durante el año que permaneció al frente de la parroquia se dedicó a organizar las hermandades parroquiales y restaurar el archivo del Curato.

Uno de los principales colaboradores del señor Cura Lara en la construcción de la parroquia de Santa María de Guadalupe, fue don Gregorio Torres, rico ganadero de la región. El señor Cura lo nombró presidente de la Comisión de Construcción, sin embrago, poco tiempo demoró don Goyo Torres en su cargo, dado que el 23 de diciembre del año 1939 fue villanamente asesinado por sus enemigos gratuitos.

El señor Cura don Ricardo Lara Ceja es originario de la ciudad industrial de León, Estado de Guanajuato, de clima excepcional y gran arraigo en la fe católica; se ha identificado de tal manera con el pueblo veracruzano, que podría decirse que ya se considera más de Tierra Blanca que de su tierra natal.

El destino -agregó- hablando en términos católicos, la Providencia de Dios, permitió que perdiera a su hermano Luis quien fue cobardemente asesinado por un hombre de mal vivir y sin otra causa que el robo. Por este motivo teniendo ya en el cementerio del lugar los restos de su hermano convive en todos los sentidos con el pueblo de Tierra Blanca.

Después de una pausa musitada el señor Cura don Ricardo Lara enfatizó: que la reapertura de la iglesia fue en el año de 1937 y el día 5 de septiembre de ese mismo año vino la persecución de los curas, los católicos se levantaron en armas formándose algunas guerrillas para combatir por la causa católica. Así fue como dimos por terminada esta conversación que constituye el relato sobre la iglesia católica de Tierra Blanca, Ver.

Tierra Blanca es muy providente, las personas que han llegado de fuera y aun los nativos de allí, que se han establecido en cualquier negocio, han llegado a amasar grandes fortunas, por ejemplo, Faustino y Bonifacio Menéndez, los Alvarez, Luciano Mejido, don Elías Pérez, los Mora, los Fernández, los libaneses con ferreterías y tiendas de ropa, etc., los primeros son de origen español entre los que se cuenta a Manuel Barredo Vallina, quien llegó a Tierra Blanca a la edad de doce años procedente de Oviedo provincia de España (Nava) Asturias, nació en 1905 a la edad de diez años llegó a Córdoba, Ver. , para reunirse con sus hermanos que atendían una fábrica de escobas, durante tres años se dedicó a trabajar como empleado de los hermanos Egurrola en una ferretería, más tarde se trasladó a Tierra Blanca con el señor Manuel Suárez y se estableció en sociedad con el señor Segundo Aguilar, posteriormente le compró el negocio que se denominaba “El Pico de Orizaba” ubicado en Independencia y Lerdo, fue aficionado al arte y trabajaba en un cuadro artístico con los hermanos Menéndez para beneficio de las calles del pueblo, eran dirigidos por don Rodrigo del Valle y Juan Lara, los ayudó mucho en esa empresa el general Guadalupe Sánchez, y al correr del tiempo logró establecerse en la esquina de Independencia y Juárez con un gran almacén de abarrotes, cuya razón social era Almacenes Barredo Hnos., fue concesionario de algunas representaciones comerciales posteriormente se hizo concesionario de la UMPASA para distribuir el azúcar en cuya representación salió desfalcado con varios millones de pesos, por tal motivo se vio obligado a presentarse en quiebra vendiendo sus propiedades y trató de regresar a España, pero la policía metropolitana ya le seguía los pasos y en Córdoba, fue detenido y recluido más tarde en el Penal de Allende del Puerto de Veracruz.

Su libertad fue recobrada y ahora vemos a Manuel Barredo regenteando un pequeño Bar en la avenida Independencia de la Ciudad de Tierra Blanca, con la moral en alto porque siempre fue y es un hombre de lucha, mas no por eso deja de ser bromista poniendo de manifiesto su buen humor.


**Luis J. David, originario de San Andrés Tuxtla, Ver. , fue presidente municipal Constitucional de Tierra Blanca durante el período de 1932-1933, murió trágicamente el 13 de octubre faltándole para terminar su gestión administrativa aproximadamente tres meses, cuando una muchedumbre invadió el palacio municipal que durante dicha administración pública fue construido.