Pueblo querido

Pueblo querido y de virtudes lleno
En ti cifro mi amor y mi esperanza,
Te quiero por altivo y por sereno,
Por la riqueza en el fecundo seno,
Por la grandeza que tu fama alcanza.

Hay en tu entraña generosa y rara
Ricos tesoros que tu seno esconde,
Y al ritmo que el progreso te marcara
Logró que de tu numen despertara,
La riqueza que a tu voz responde.

Pueblo joven, tenaz, lleno de orgullo,
Venero del amor, de la paz santa,
Al eco de tu amor, como un arrullo
Te doy mi pobre corazón, que es el tuyo,
Y bendigo tu nombre... ¡Tierra Blanca ¡

Te quiero, Tierra Blanca, y te venero
Por el matiz de tus celajes bellos,
Porque eres de la Cuenca gran lucero
Y de sus pueblos todos, el primero
De fúlgidos reflejos y destellos.

Perla de Veracruz, cálida y bella;
Gentil paisana de la Cuenca entera
Tu tierra virgen; cual feliz doncella
Es matutina y fulgurante estrella,
Generosa, sutil, franca y sincera.

Tierra Blanca gentil y de casta obrera,
Al claustro de tu amor me tiene preso.
Me arrulló con su voz, la primavera
y fue de ti mi inspiración primera,
alentado al calor del primer beso.

Te quiero con fervor, si no te amara,
Tanto es el celo que tu entraña inspira.
Que, el mismo corazón me lo dictara
y el alma, toda en sí, se me incendiara
Cual fuego de moloch; horrenda pira.

Pueblo de Dios. Y por el Dios forjado,
Sigue girando en tu tropel creciente,
En tu historia inmortal brilla el pasado
Y en tu seno fecundo y codiciado,
Brillará el porvenir en el presente.

Tierra Blanca viril. No quiero el sino
De la suerte malvada y traicionera
Que me aparte jamás de tu camino,
Que vivir en tu suelo es mi destino
Y en tu seno morir, eso quisiera.

Si alevosa y fatal quiere la suerte
Matarme lejos de tu altivo suelo,
No he de poder negarme ni a la muerte.
Que vuelva mi alma cariñosa a verte
Sobre las nubes de tu hermoso cielo.

EFRAIN NAVA ALATRISTE